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martes, mayo 20, 2014

34 HORAS PARA DESVELAR LOS ENIGMAS DE LA HIJA DEL REGIMIENTO DE DONIZETTI - TRIVIAL PARA CONSEGUIR UNA DE LAS DIEZ ENTRADAS EN LOS CINES VAN GOGH - JUEVES 22 MAYO´14 - 20H



Sólo tenéis 34 horas para contestar el trivial!!

de Gaetano DONIZETTI
grabada en directo en la Ópera Estatal de Viena en abril de 2007
con cantantes de la talla de Natalie Dessay, Juan Diego Flórez, Carlos Álvarez o Montserrat Caballé
en los Cines Van Gogh de León
a las 20h el jueves 22 de mayo´14

Los Cines Van Gogh nos ofrecen 10 entradas para las 10 primeras personas que acierten las respuestas a este TRIVIAL y las envíen a este correoleon@jmspain.org indicando las respuestas correctas, nombre, apellidos y   correo de contacto (sólo se admitirá una respuesta por dirección de correo y por persona, teniendo prioridad quien no se haya beneficiado del trivial anterior). 

Las personas afortunadas recibirán un correo de confirmación y podrán recoger la entrada en la taquilla de los Cines Van Gogh el jueves 22 de mayo.
  1. ¿Quiénes son los libretistas de esta ópera, y en qué libro se inspiraron?
  2. ¿Cuál es el aria para tenor más famosa de esta ópera y por qué?
  3. ¿En qué país y época se situa la acción de la ópera?



Hay producciones que marcan época. _La hija del regimiento_ que dirigió Laurent Pelly en Viena en 2007 supuso un hito: por una parte, su ovacionada escenografía, con aires de cómic, se ha trasladado a los teatros más importantes del mundo (la adaptaron París, Londres o el MET); por otra, su reparto no tiene rival: el mejor tenor y la mejor soprano del bel canto del siglo XXI (Natalie Dessay y Juan Diego Flórez) y, en un breve papel cómico, la despedida de una leyenda como Montserrat Caballé.

Por su argumento cómico, su acción directa, su breve duración y sus tonadas populares, tan pegadizas, _La hija del regimiento_, primer encargo de la Opéra-Comique de París a un maduro Donizetti, en 1840, es idónea para iniciarse en el bel canto. Su música parece más sencilla de lo que es; aquí intentaremos resumir algunos de los rasgos fundamentales:

1) RETO VOCAL

Las obras maestras de Donizetti (como las de Bellini y Rossini) dependen en gran medida de la categoría de los cantantes para que la función sea un éxito o un fracaso. No solo deben tener vis cómica y dotes interpretativas, sino que han de sobrevivir a pasajes de enorme virtuosismo técnico. Al fin y al cabo, estamos en los estertores del bel canto, la corriente que dominó Europa a principios del XIX y que otorgaba todo el protagonismo a la voz y a su lucimiento.

Pocos papeles más exigidos que el de Tonio, considerado el “Everest de los tenores”. Parece un personaje ingenuo y bobalicón… hasta que mediado el primer acto llega su aria _Ah, mes amis_!, que desemboca en la cabaletta Pour mon âme, en la que debe dar hasta nueve (!) Do de pecho a gran velocidad (tempo allegro), algunos de ellos brevísimos (una corchea). Pocos brillan tanto como Lawrence Brownlee.


Por su parte, la protagonista, Marie, “la perla del 21 regimiento”, es uno de los papeles más queridos por las sopranos ligeras. De hecho, fue la razón de que esta comedia irónica y sentimental sobreviviese al declive del bel canto a partir de la segunda mitad del XIX. La partitura contiene infinidad de coloraturas (trinos, adornos, saltos de vértigo) que exigen una técnica precisa, así como notas agudas y larguísimas. La soprano no descansa desde su presentación, A bruit de la guerre. Aquí, con una insuperable Joan Sutherland pasándoselo en grande.

2) LA MúSICA SE BASA EN EL TEXTO (A VECES)

A diferencia de la mayoría de los títulos del bel canto, en los que el texto se subordinaba a las melodías bellas (daba igual el contenido, Rossini incluso decía que podía componer un aria sobre la lista de la compra), en _La hija del regimiento_ la letra lleva asociada la música. Para empezar, como se desarrolla en un ambiente militar, ya desde la obertura oímos tambores típicos del ejército, que se repiten en cada intervención del coro (soldados). La melodía que interpreta la orquesta a partir del 3.13, Chacun le sait.

sonará en la voz de la soprano más adelante, cuando hace un brindis por sus compañeros de tropa. Aquí, Beverly Sills y la gran Sutherland, con 57 años.

Evidentemente, Donizetti no era Verdi o Wagner, así que esta ópera está lejos de los dramas musicales en los que el libreto condicionaba absolutamente la partitura. Aun así, encontramos otros dos ejemplos muy destacables de ese intento de caracterizar psicológicamente a los personajes mediante la música. El primero, en el dúo de Tonio y Marie (_Quoi? Vous m’aimez?_), cuando cada uno asume la melodía que el otro le acaba de cantar: Donizetti nos explica, así, que el amor del uno por el otro es correspondido. Aquí vemos cómo empieza ella (_Voyons, écoutons et jugeons, _min. 2) y, en el min. 6.40, él replica con la misma frase, y se intercambian las melodías: (Dessay y Flórez) y (Pavarotti y Sutherland, insuperables. Atención al recital de ella a partir de min. 7)

Otro ejemplo, este humorístico, es la famosa lección de música, en la que la marquesa se desespera con Marie. El impulso de la joven, que abandona las aburridas arias de corte aristocrático por cantar sus queridas tonadas del Ejército, refleja cuánto echa de menos la antigua vida militar (seg. 0.57).

3) COMEDIA, PERO MELANCóLICA

El compositor de Bérgamo (1797-1848) escribió muchísimas óperas (66 en apenas 25 años); dominaba la tragedia, la comedia y el género bufo. Pero en sus obras maestras (_L’elisir d’amore, Don Pasquale, La fille du régiment_) combinó géneros: pese al tono general de enredo e incluso parodia, de repente insertaba momentos de profunda melancolía, como _Una furtiva lacrima _en_ L’elisir_ o, aquí, dos poderosas intervenciones de la soprano que ponen el corazón en un puño. Primero, Il faut partir, al final del primer acto, aquí con una excepcional Ciofi; la instrumentación (arpegios en pizzicato, el lamento de un corno inglés) apoyan el tono apesadumbrado.

Al comienzo del segundo acto, poco después de la hilarante clase de música que hemos mencionado más arriba, Marie expresa su tristeza (ha sacrificado a su amor verdadero por un matrimonio de conveniencia que asegura su futuro) en la conmovedora _Par le rang et par l’opulence_, que introduce un desgarrador violonchelo: Diana Damrau o Patrizia Ciofi.

En el caso de Tonio, su papel no solo brilla por las acrobacias de Ah! Mes amis, sino por la exquisita _Pour me rapprocher_, íntima, delicada, muy expresiva solo acompañada de las cuerdas. La línea vocal se expande más y más hacia el registro agudo para subrayar la convicción del personaje. Imposible decidir entre dos grandes como Kraus y Flórez.
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Por lo demás, _La hija del regimiento_ encaja en los cánones del bel canto, tanto en las fórmulas de su argumento (amores imposibles entre clases, matrimonios de conveniencia, con la tradicional escena ante notario) como en la estructura musical, con una instrumentación más bien discreta, fruto de la rapidez casi inverosímil con la que Donizetti entregaba sus trabajos (le llevaban apenas dos semanas). El idioma francés, los diálogos hablados (en vez de recitativos) y el protagonismo del coro eran exigencias de la Opéra-Comique. Pero por encima de todo se impone el talento melódico de Donizetti, superdotado creador de frases musicales bellas y pegadizas, tanto de tono cómico como dramático.

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