DADO se desarrolla paralelamente al proyecto DIORAMA de la coreógrafa israelí, afincada en Viena, Daphna Horenczyk.
Ambos proyectos investigan sobre la relevancia de las artes escénicas/vivas en la era de las redes sociales, profundizando en diferentes etapas del proceso de transformación de la realidad a través de internet. Reflexionan sobre la capacidad de crear realidades virtuales, con mayor o menor correspondencia con la realidad, que hoy en día tenemos todos al alcance de nuestra mano.
DIORAMA es un solo que existe simultáneamente en escena y en las redes. Aquellos que asisten al teatro pueden experimentar por sí mismos las similitudes y diferencias entre el cuerpo virtual (en directo en su móvil) y el cuerpo escénico. Aquellos que lo ven desde el móvil, en cualquier otra parte del mundo (con acceso a internet), sólo pueden acceder a la virtual, y a veces, engañosa versión de los hechos.
DADO encarna el papel del espectador ingenuo que a partir de la información parcial e incompleta, quizás adulterada, ofrecida en las redes, concibe una ilusa reconstrucción mental de los hechos. Espectador que no pretende contribuir a la construcción de una mentira pero que igualmente se convierte en manipulador involuntario.
El work-in-progress de DADO es un interesante ejercicio repleto de sugerentes imágenes que se incrustan en la retina del público. Jugando con una cámara en directo, operada por Alba González, y otro vídeo de la pieza "Diorama", DADO establece un juego de espejos en el que el espectador entra como una Alicia algo desorientada (pero fascinada" a un universo a caballo entre Rodrigo García, David Lynch y Marcel Duchamp.
Invitaciones en taquilla media hora antes del comienzo.