GUSTAVO DUDAMEL DIRIGE LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE BERLÍN - RETRANSMISIÓN EN DIRECTO EN EL TEATRO EL ALBÉITAR - VIERNES 6 DE DICIEMBRE´13 - 20H
El próximo viernes 6 de diciembre´13 tendrá lugar puntualmente a las 20h en el Teatro El Albéitar de la Universidad de León, la retransmisión en directo desde Berlín del concierto en el que Gustavo Dudamel dirigirá a la Orquesta Filarmónica de Berlín un programa con obras de Stravinsky, Schubert y Beethoven.
Esta actividad se realiza en colaboración con el Conservatorio Profesional de Música de León, tiene entrada gratuita, pudiéndose recoger las invitaciones desde media hora antes en las taquillas del teatro.
Sobre el programa, la web del Digital Concert Hall de la Filarmónica de Berlín nos dice:
Gustavo Dudamel tiene dos modelos completamente contrastantes : " Herbert von Karajan debido a su disciplina, y Leonard Bernstein: un hombre arriesgado y lleno de emoción". A estas alturas, el carismático venezolano es conocido en todo el mundo por su precisión y su expresión emocional: un músico de pura sangre al que sus mentores Abbado, Barenboim y Rattle le ponen por las nubes: "el director más talentoso y fascinante que conozco", dice Sir Simon. Además de las Suites nº 1 y 2 de Igor Stravinsky, Gustavo Dudamel dirigirá dos sinfonías en su actuación como invitado de la Berliner Philharmoniker. La cuarta de Franz Schubert en do menor D 417, donde el compositor, vuelve al modelo de Haydn, pues conscientemente quería distanciarse de las obras sinfónicas de Beethoven, en la que el movimiento lento despliega un flujo interminable de melodía cantabile, un momento típico en la obra schubertiana. El concierto concluye con Cuarta Sinfonía de Beethoven en la bemol mayor op 60, que, en palabras de Robert Schumann se presenta como una "esbelta dama griega entre dos gigantes nórdicos" (las sinfonías tres y cinco), donde "griega" puede significar "clásica", por estar "de acuerdo con la forma conocida", lo que es el caso aquí. El atributo "esbelta" también describe adecuadamente esta música porque la obra hace uso de un menor número de voces que el resto de las sinfonías de Beethoven y despliega los instrumentos de viento de una manera verdaderamente íntima que recuerda a la música de cámara .
