CRÓNICA DE ELISA RAPADO DEL CONCIERTO DE MARTA MATHÉU, SOPRANO, JOSEP SURINYAC, PIANO - 25 OCTUBRE´16
Crónica de Elisa Rapado del concierto de Marta Mathéu, soprano, y Josep Surinyac, piano, con un programa dedicado al Noucentisme musical catalán, que tuvo lugar ayer martes 25 de octubre´16 en el Auditorio "Ángel Barja" del Conservatorio de León, dentro del Ciclo Juventudes Musicales que organiza el Área de Actividades Culturales de la Universidad de León. Puedes ver el álbum de fotos del concierto en ESTE ENLACE.
El pasado martes, 25 de octubre, Juventudes Musicales de León nos sorprendía con la organización de un recital de la soprano Marta Matheu y el pianista Josep Surinyac, dos artistas de dilatada trayectoria en el ámbito del recital lírico, que visitaban León por primera vez y dedicaron un programa al “noucentisme català”, una construcción más bonita en su lengua original, pues resulta extraño traducirla como “novecentismo”.
En la tradición de la canción catalana de corte nacionalista son habituales las temáticas del mar, en ese hilo que comunica Jo et pressentia com la mar de Frederic Mompou y Camins de Fada, de Eduard Toldrà y que tiñe el Mediterráneo de una oscuridad dramática en el caso de la primera y expresa todo el calor veraniego en la segunda. Para quienes no conocen en profundidad la canción catalana, podríamos decir que su lenguaje tiene una gran herencia de la escritura francesa impresionista, pero se basa más en el texto expresivo. Entre las páginas incluidas ayer se incluyeron algunos de los grandes nombres de esta preciosa literatura lírica, como Mompou y Toldrà (corazón emocional del programa en piezas como Canticel o Maig), pero también algunos más desconocidos fuera de su ámbito, como Joaquim Serra. De este último se incluyeron piezas más breves que las de los compositores citados anteriormente, como ráfagas que comunicaban una profunda carga emocional que a veces partía de un contenido poético sencillo, como en L’elegia d’una rosa.
En el equipo formado por la soprano Marta Mathéu y el pianista Josep Surinyac lo planificado no está reñido con la inspiración del momento, con el deseo súbito de resaltar un color, una emoción, la pintura de un paisaje o su descripción poética. Así sucede en un buen equipo, que ha dedicado el tiempo suficiente a pensar juntos cómo se desean cantar y contar las distintas historias, que asume en el momento el riesgo de probar un pianissimo un poco más largo, un contraste un poco más vivo. Algunos tiempos sorprendentemente lentos pretendían resaltar las atmósferas de quietud, drama o ensoñación de determinados ambientes (Damunt de tu només las flors), dando el contrapeso a las páginas más alegres, entre las que destacó una lectura muy natural y agradable de las conocidas Tonadillas de Eduard Granados.
El público, un poquito menos numeroso que en otras ocasiones, se rindió a los encantos de las piezas, a la simpatía y expresividad de la dama y a la buena escucha y actividad de su pianista, premiándoles con un aplauso muy entregado, como merecía la actuación.
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