En este post damos información sobre la obra de Dvořák que podremos escuchar este SÁBADO 23 de marzo´19 a las 20:30 en la Catedral de León a cargo de nuestro Coro "Ángel Barja" JJMM-ULE, que dirige Aitor Olivares, el Coro de la Universidad Politécnica de Madrid, dirigido por Javier Corcuera, acompañados por Marta Arce, soprano, Pilar Vázquez, mezzosoprano, Juan Noval, tenor, e Ismael Arróniz, bajo, con Pedro Aguiló Jiménez, órgano, todos ellos dirigidos por Javier Corcuera.
El texto del himno medieval del Stabat mater se atribuye comúnmente al monje franciscano italiano Jacopone da Todi (1230-1306). La secuencia litúrgica fue eliminada de la liturgia oficial por el Concilio de Trento, pero fue restaurada al misal en 1727 por el Papa Benedicto XIII. El verso latino describe la escena bíblica de la Crucifixión de Cristo desde una perspectiva diferente, desde la de la Madre, cuyo Hijo está muriendo en la Cruz. Es por esta asociación del tema religioso y el profundo sentimiento humano que el texto inspiró docenas de versiones musicales a lo largo de los siglos. Además de Dvorak, algunos de las versiones más famosos del Stabat mater incluyen las de Palestrina, Pergolesi, Haydn, Rossini y Verdi.
La decisión de escribir el Stabat mater se ve tradicionalmente como una reacción a la muerte de tres de los hijos de Dvorak. No está del todo claro si esta interpretación convencional refleja plenamente los hechos. El compositor ya había escrito una versión inicial de la obra después de la muerte de su primera hija, Josefa. La mortalidad infantil era muy alta en ese momento y Josefa murió solo dos días después de su nacimiento (21 de agosto de 1875). Además, Dvorak no se embarcó en la composición inmediatamente después de esta tragedia, sino después de un intervalo de seis meses (en febrero de 1876), durante los cuales completó la ópera Vanda y escribió su Trio con piano en sol menor y su Cuarteto de cuerda en mi mayor. En su forma original, la obra solo tenía siete movimientos con acompañamiento de piano, sin embargo, todavía se puede considerar como una composición de pleno derecho. Fue esencialmente consistente con la versión final, siendo las distinciones meramente la concepción ligeramente diferente del aria de contralto, Inflammatus, y la composición diferente del Amén final. Es posible que, de no ser por la muerte de otros dos de sus hijos el año siguiente, Dvorak no hubiera vuelto a revisar su obra. Sin embargo, cuando su hija de 11 meses, Ruzena, murió de envenenamiento el 13 de agosto de 1877 y, el mes siguiente, su primogénito Otakar sucumbiera a la viruela, Dvorak revisó la obra dando la forma que hoy conocemos hoy: agregó otros tres movimientos (nº 5-7) y reescribió el acompañamiento de piano para orquesta. Completó el oratorio en noviembre de 1877. La partitura fue publicada por Simrock, con sede en Berlín, a fines de 1881. Ante la insistencia de Simrock, para mejorar las cifras de ventas, el número de opus original, 28, pasó a ser el 58.
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